¡Preparaos, amantes de la buena vida, porque los Ñam Raiders han llegado para demostrar que las motos y la gastronomía son el dúo dinámico perfecto! Este grupo de moteros con un paladar de escándalo no sólo saben pilotar sus máquinas como auténticos demonios de las dos ruedas, sino que también son unos expertos a la hora de devorar los manjares más deliciosos.
Mientras que otros clubes se conforman con simples sándwiches o barritas energéticas, a nuestros amigos Ñam Raiders les parece una ofensa a sus papilas gustativas. Ellos sólo se detienen en las mejores parrillas, tabernas y restaurantes para saborear los platos más suculentos y típicos de cada rincón que visitan. Y si no lo encuentran, lo crean.
¿Que hay que subir una cuesta empinada? No hay problema, esos motores rugirán con más fuerza sabiendo que les espera una buena carne a la brasa al final del trayecto. ¿Que hay que cubrir kilómetros y kilómetros? Tranquilos, los Ñam Raiders llevan el depósito lleno… ¡de buen vino y exquisitos embutidos!
Por sus venas corren los chuletonitos haciendo que su organismo se adapte a las circunstancias más adversas en pos de una recompensa ibérica bien merecida.
Tampoco hacen ascos a los productos de la huerta, ni discriminan los diferentes tipos de ensaladas siempre que antecedan a una buena carne.
Enarbolan el jamón ibérico de bellota como estandarte venerado indispensable para su desarrollo personal. Instruidos en su corte como auténticos samurais ibéricos.
Gustan del armonioso maridaje entre quesos y vinos cuál verdaderos expertos. Menos uno de ellos, con el que demuestran su altruismo solidario.
Defensores a ultranza del torrezno ante cualquier amenaza basculante.
Y cuando llega la hora de los postres, estos sibaritas moteros se transforman en auténticos lobos hambrientos, devorando tartas, flanes y natillas con la misma energía que cuando aceleran sus máquinas. Porque para ellos, la vida se trata de disfrutar al máximo, ya sea sobre dos ruedas o con un tenedor en la mano.
Así que si alguna vez ves pasar a un grupo de moteros con caras de felicidad y barrigas llenas, seguramente serán los Ñam Raiders, ¡demostrando que se puede ir de ruta y comer de escándalo al mismo tiempo!
Me parece genial como epílogo para una buena aventura , la de la vida llena de placeres , y es mejor no desfallecer nunca subidos a nuestras monturas , viva el jamón